viernes, 15 de marzo de 2013

Sonaba a pantalones cortos .....

Mañana se cumplen 10 años de la reunión de las Azores

Aznar decidió celebrar la cumbre en las Azores y no en Bermudas porque sonaba a pantalones cortos. 
La gran cortina de humo en el teatro de las Azores

Recuerdo esos días, al bajito de bigotes, que parecía el niño mendigo de los ricos, le usaron como "a quien se le manda a pulir unos zapatos"; un autentico esperpento; los resultados los tenemos hoy: "más un millón de cadáveres, el Petróleo escalando hasta límites groseros, Irán con un poder de mediación inmenso sobre Irak, Europa y América del norte en recesión", y luego, las pequeñas historias. 2 millones de familias estadounidenses estaban a punto de perderlo todo, usayankis quemaban sus casas para que el seguro les devuelva el dinero, 1.700.000 empleos perdidos, incremento insultante del costo de la vida, ¡y lo que viene es un flamenco, con soleares brutal!, en fin, "¡que viva el partido popular, que viva Aznar y su lacayismo!, todo por España!", por cierto, ellos y su manteca coloca, seguirán trincando y sus 10.100.000 frikis seguirán "erre que erre", y que sea lo que Dios quiera, y es un decir, si Dios existiera, no hubiese permitido el asesinato masivo de niños, mujeres y ancianos iraquíes y afganos para robarles el petróleo y el gas, y ahora, como todo les salió rana, le han puesto el ojo a Venezuela, si no "al tiempo". - - Estas tres alimañas se quieren cargan el mundo, y el partido popular, para nuestra vergüenza, es el invitado limpia botas de Bush.
Sonaba a pantalones cortos
 Yo aún me acuerdo perfectamente como Rajoy, y demás diputados del PP en la época estaba exultante porque en la votación secreta del congreso habían sabido atar bien los votos y todos habían votado por ¡¡LA GUERRA!!! Incluso me parece que tuvieron un voto de más por un "despistado" del PSOE que parece que también había comprado acciones de Repsol........ 
Aunque la ONU no se prestó oficialmente a respaldar los planes de los criminales, éstos no quedaron sin apoyo internacional, como lo prueba el hecho de que muy pronto más de cuarenta países miembros de Naciones Unidas se apuntasen al bando golpista apoyando su agresión ilegal contra Irak. Así pues, en lugar del extremo rechazo universal que merecían sus actos, los principales responsables gozaron del asentimiento de decenas de gobiernos corifeos, en muchos casos con apoyo militar activo. Ya en la llamada "posguerra", a los pocos meses del comienzo de la intervención, sucesivas resoluciones del Consejo de Seguridad de la ONU "legitimaron" la ocupación y recomendaron la asistencia militar (incluso el gobierno español de Zapatero, que había tomado la valiente decisión de retirar las tropas españolas, se condujo cobardemente al apoyar esas medidas). 
Naturalmente, la primera de ellas fue la salvaje agresión al pueblo iraquí, al más puro estilo hitleriano y en flagrante violación del capítulo VII de la Carta de las Naciones Unidas. Se incurría, además, en el desprecio de la sentencia emitida por el Tribunal de Nuremberg, creado por los aliados "democráticos" y por la URSS para castigar los crímenes nazis, y que incluía frases como: «Iniciar una guerra de agresión [...] no es sólo un crimen internacional, es el mayor crimen internacional, diferenciándose de los otros crímenes en que contiene en sí mismo la perversidad acumulada de los otros». 
Transcurridos ahora diez años del comienzo de la guerra contra Irak, ni uno sólo de los integrantes del Trío de las Azores ha mostrado el menor signo de arrepentimiento, a pesar de las universales evidencias de que mintieron en las excusas para la agresión. Lejos de ello, Bush y Blair (o, una vez retirado éste, su sucesor Gordon Brown) han mantenido la sangrienta ocupación del suelo iraquí a pesar del terrible saldo de muerte y desolación que trajo consigo y que se actualiza cada día. No contentos con ello, y ahora en conjunción con líderes de países que antes les dieron la espalda (como Francia y Alemania), tienen ya preparada una nueva guerra de agresión, cuya víctima será esta vez el pueblo iraní. 

El Sr. Aznar nos mintió, engañó y abusó de la confianza depositada en él de todos los españoles de bien...se merece ser exiliado de por vida de España. 

Recordar aquello, es traer a la memoria el servilismo de Aznar hacia Bush. Se ha destruido y humillado a un país en base a mentiras. Jamás han reconocido el error y jamás pedirán disculpas. Eso es el PP. 





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