Cada año, los
sueldos de los trabajadores pierden su capacidad adquisitiva en España, y aquí,
nadie hace nada. Los incrementos salariales no han tenido gran impacto debido a
que no cubren los porcentajes de inflación. El salario pierde valor frente a
altos precios de la canasta familiar.
En los últimos
años y de manera imperceptible, aunque con gran impacto, el salario de los
trabajadores ha perdido su poder adquisitivo. El dinero alcanza para comprar
menos productos y es muy difícil ahorrar algo.La gente se
siente impotente y no puede explicarse cómo es que con el salario promedio de los
trabajadores se compra cada año menos productos de la canasta básica familiar.
La capacidad adquisitiva
de los españoles es la mínima, o sea, el comercio se hunde.
No cubren
inflación, en mi criterio, los salarios pierden cada año capacidad adquisitiva
debido a que los incrementos dispuestos por el Gobierno apenas llegan a cubrir
los niveles inflacionarios y no reponen o compensan la pérdida de la capacidad
adquisitiva.
Para los
trabajadores, una manera de garantizar que los incrementos aumenten también la
capacidad adquisitiva de los salarios es que sean acompañados con normas que
congelen los precios de algunos artículos indispensables de la canasta familiar
como carne, pan, azúcar, arroz y leche, además que se autorice a las alcaldías
o a las gobernaciones a establecer precios y “mecanismos de control eficaces y
de escarmiento” contra la especulación y subidas injustificadas.
Hasta ahora está
vigente el Decreto que establece la libre oferta y la libre demanda en los precios,
debemos reclamar para los movimientos sociales la tarea de controlar y
sancionar cualquier ocultamiento de alimentos.Las negociaciones
deben llevarse a cabo en dos escenarios de incremento: uno destinado a
compensar la inflación registrada el año pasado y otro para concertar una serie
de medidas destinadas a reponer la capacidad de compra de los salarios.Ambos coinciden
en la necesidad de establecer una nueva política salarial que considere el
costo de la canasta básica familiar, como base para determinar el salario
básico y las variaciones del índice de precios para determinar un incremento
anual. Sin una nivelación del salario mínimo o básico al costo de vida actual,
señalan que ningún incremento mejorará la capacidad de compra de los
trabajadores.
Este gobierno muestra
que la desvalorización de la fuerza de trabajo ha sido una constante en los
últimos 3 años y se expresa en la persistencia de salarios bajos o
insuficientes para asegurar la reproducción física y social de los
trabajadores.
En España, la
política salarial no toma como referencia el valor o costo de reproducción de
la fuerza laboral.
Resumiendo, como ya lo anunció El país (12.10.12).Los salarios están contra las cuerdas. La destrucción de empleo y la recesión obligan a la contención. Pero los precios no dan tregua, se han disparado y dejan atrás a los sueldos a marchas forzadas.Consecuencia: los asalariados pierden poder adquisitivo como no lo habían hecho desde hace décadas. Según el Ministerio de Empleo, los salarios pactados en convenios crecieron un 1,3% hasta septiembre; en el mismo mes los precios aumentaron un 3,4%.
A falta de que a final de año, las cláusulas de revisión salarial, cada día más en desuso, hay que remontarse hasta 1985, cuando la inflación rondaba los dos dígitos, para encontrar una brecha semejante.
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