lunes, 8 de abril de 2013

No al divorcio no al aborto si a la pobreza.............


Cada año, los sueldos de los trabajadores pierden su capacidad adquisitiva en España, y aquí, nadie hace nada. Los incrementos salariales no han tenido gran impacto debido a que no cubren los porcentajes de inflación. El salario pierde valor frente a altos precios de la canasta familiar.

En los últimos años y de manera imperceptible, aunque con gran impacto, el salario de los trabajadores ha perdido su poder adquisitivo. El dinero alcanza para comprar menos productos y es muy difícil ahorrar algo.La gente se siente impotente y no puede explicarse cómo es que con el salario promedio de los trabajadores se compra cada año menos productos de la canasta básica familiar.
La capacidad adquisitiva de los españoles es la mínima, o sea, el comercio se hunde.
No cubren inflación, en mi criterio, los salarios pierden cada año capacidad adquisitiva debido a que los incrementos dispuestos por el Gobierno apenas llegan a cubrir los niveles inflacionarios y no reponen o compensan la pérdida de la capacidad adquisitiva.
Para los trabajadores, una manera de garantizar que los incrementos aumenten también la capacidad adquisitiva de los salarios es que sean acompañados con normas que congelen los precios de algunos artículos indispensables de la canasta familiar como carne, pan, azúcar, arroz y leche, además que se autorice a las alcaldías o a las gobernaciones a establecer precios y “mecanismos de control eficaces y de escarmiento” contra la especulación y subidas injustificadas.

Hasta ahora está vigente el Decreto que establece la libre oferta y la libre demanda en los precios, debemos reclamar para los movimientos sociales la tarea de controlar y sancionar cualquier ocultamiento de alimentos.Las negociaciones deben llevarse a cabo en dos escenarios de incremento: uno destinado a compensar la inflación registrada el año pasado y otro para concertar una serie de medidas destinadas a reponer la capacidad de compra de los salarios.Ambos coinciden en la necesidad de establecer una nueva política salarial que considere el costo de la canasta básica familiar, como base para determinar el salario básico y las variaciones del índice de precios para determinar un incremento anual. Sin una nivelación del salario mínimo o básico al costo de vida actual, señalan que ningún incremento mejorará la capacidad de compra de los trabajadores.
Este gobierno muestra que la desvalorización de la fuerza de trabajo ha sido una constante en los últimos 3 años y se expresa en la persistencia de salarios bajos o insuficientes para asegurar la reproducción física y social de los trabajadores.
En España, la política salarial no toma como referencia el valor o costo de reproducción de la fuerza laboral.
Resumiendo, como ya lo anunció El país (12.10.12).Los salarios están contra las cuerdas. La destrucción de empleo y la recesión obligan a la contención. Pero los precios no dan tregua, se han disparado y dejan atrás a los sueldos a marchas forzadas.
Consecuencia: los asalariados pierden poder adquisitivo como no lo habían hecho desde hace décadas. Según el Ministerio de Empleo, los salarios pactados en convenios crecieron un 1,3% hasta septiembre; en el mismo mes los precios aumentaron un 3,4%.

A falta de que a final de año, las cláusulas de revisión salarial, cada día más en desuso, hay que remontarse hasta 1985, cuando la inflación rondaba los dos dígitos, para encontrar una brecha semejante.

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