Todo este linchamiento mediático a Podemos por parte del
Aparato de Propaganda (hace mucho que ABC, El País, La Razón ... dejaron de ser
independientes) de la oligarquía-clero española (no olvidemos que el Opus Dei
está metido hasta las trancas en el periodismo y en empresas del Ibex-35) se
puede tornar fácilmente contra ellos en un devastador boomerang. En vez de
crear antipatía hacia el partido de Pablo Iglesias va a generar simpatías. Sobre
todo por la gente de pensamiento cercano a la izquierda que aún está indecisa.
Que a nadie le sorprenda si Podemos gana con mayoría absoluta.
Hay una cosa que me alegra. Van a por todas contra Podemos y
ni lo disimulan.
Están escarbando en sus basureros, están mirando con lupa el
historial laboral de sus militantes, están localizando a antiguos conocidos, a
Podemos le está pasando la prueba del algodón como a ningún otro partido (a
excepción quizá de Bildu, pero eso está a otro nivel) y todo lo que logran
encontrar son tonterías como que Iglesias vendió su programa a la tele iraní o
Monedero exageró su CV.
Temen tanto perder las subvenciones del gobierno afín que harán
lo que sea para conservarlas. ABC o La Razón sin subvenciones estarían extintos
hace tiempo ya.
La mentira sale bastante bien. Pese a Bárcenas, Nicolás, los
desahucios, la pobreza, la desigualdad, la corrupción, etc. uno de los del
bipartidismo encabeza las encuestas. Si algo tiene éxito, para qué quitarlo. En
España, el engaño y la manipulación son rentables y se pagan muy bien.
Publican mentiras, pero saben bien donde apuntan. Más que
una prensa decente hace falta acrecentar la masa de personas críticas con las
informaciones y que no se las crean a pies juntillas. La desgracia -y la
estadística- es que la masa acrítica es todavía lo bastante grande como para
decantar un resultado electoral, y esta prensa carente de ética lo sabe bien y
lo aprovecha mejor.
En fin,… Tengo la certeza de que si Podemos fueran unos
mindundis, sin ningún futuro político ni de ningún tipo, no estarían siendo tan
atacados por todos los frentes. Y es que posiblemente (y cada vez más probable)
Iglesias sea nuestro próximo presidente. Y eso duele.
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