Es que la recuperación ha entrado con tanta fuerza que
estaba todo el mundo trabajando (aunque fuera fiesta).
Para tratarse de la proclamación del nuevo rey y con toda la
propaganda político-mediática que se la ha estado haciendo a este evento
durante varios días en todos los medios, 10.000 personas en la Plaza de Oriente
es un poco fracaso. Froilán (el legítimo heredero a la corona) la llenaba fijo.
Si a eso le añades que es en la capital de España y en un
día festivo de verano, yo diría que es un poco desastroso. En un país donde,
supuestamente, la mayoría de la gente es monárquica (o eso dicen), pues no se
puede hablar precisamente de éxito. ¡Sal de mi cabeza!
Y es que ni siquiera hubo
partido de fútbol que sirva como excusa.
Es un fracaso, se mire como se mire. A no ser que quieran
verlo como una especie de evento privado que, por motivos ajenos a los deseos
de la Casa Real, incluye un molesto desplazamiento por Madrid que no es del
agrado de sus Majestades.
La retransmisión de RTVE ha sido de traca. He pillado un
resumen enorme antes de las noticias. Cuando han salido al balcón, se han
dedicado a poner a todo trapo el ruido de la marabunta que les aclamaba, sonido
que no pegaba con las imágenes para nada. Lo grande ha sido cuando entre los vítores
he podido escuchar nítidamente a un grupo de persona gritando: "¡El pueblo
unido, jamás será vencido!" ¿¿Qué pinta gritar eso en una coronación??
Mi lado más desconfiado ha llegado a la conclusión de que
han cogido el sonido de manifestaciones y gritos de otras concentraciones como
el 15-M y se la han puesto de banda sonora a las imágenes... ¿Pero eso ya sería
la hostia, no? ¡¡Eso sería el colmo de los colmos!!
¿Y que esperaba después de que España fuera eliminada del
mundial? Lo del Mundial habrá influido.
Somos un país que se ha quedado sin héroes (no entro a
juzgarnos) y Felipito VI el Preparao, cuñao de su cuñao, como que no va a
cubrir semejante vacío.
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