Un espía del Opus en el Vaticano para conspirar contra el
Papa. Cuidado, Francisco!!!
¡Vaya por dios! ¡Hasta donde llegan las hordas Podemitas!
Ahora resulta que el santo padre también es uno de ellos. ¿Cómo osa rechazar a
este santo varón, excelso ejemplo del nacionalcatolicismo? Él, nuestro pío
ministro del interior, que sigue fielmente los consejos de un ángel, que
condecora vírgenes a troche y moche y que no muestra escrúpulo alguno en
atacar, con todos los medios a su alcance, por sucios que sean, a los enemigos
del PP, que sin duda también lo son de la santa madre iglesia.
Definitivamente vamos de cabeza a la perdición.
En el Vaticano no quieren competencia ni a la hora de poner
medallas, además temen que se anime y, se dedique a beatificar y santificar el
primer corcho que flote. No digamos ya, ¡abundan!, si le da por exorcizar
paisanos por la plaza el día del Corpus.
Además han declarado que para la guardia no necesitan a
Ángel y menos aún a Marcelo, que ya está Francisco para dichos menesteres y
además de ser menos sandio.
El gran problema de Fernández y lo ha sido nuestro,
esperemos que no lo siga siendo, es que lo de Marcelo y demás chuflainas el
tipo se lo cree. De esta se hace ateo, seguro.
Ese sentimiento de extrañeza que debe de embargar a los del
PP cuando ven que fuera de España la corrupción no está bien vista. Ni siquiera
en El Vaticano.
No hay derecho, tenemos que quedarnos con él. El Buen Pastor
nos está fallando.
Que hablen con Bono.
La próxima vez que comulgue, será para morder a dios?
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